El propósito previsto es un factor primario, ya que esto define la precisión requerida. Distinguimos tres tipos de aplicaciones: tarifas, comercio o transferencia de custodia, que típicamente requieren una precisión certificada entre 0,125 y 0,25 %; gestión o control de procesos, donde +/- 0,25 a 0,5 % suele ser aceptable; y monitoreo de procesos, donde +/- 3 % puede ser todo lo que se requiere. 

Otras consideraciones importantes incluyen la masa del material que se maneja y la velocidad de la cinta. Se necesita una balanza de banda resistente para un mayor rendimiento, mientras que un modelo más ligero puede ser suficiente, y más económico, si las tasas de flujo lo permiten. En cuanto a la velocidad de la banda, las velocidades más rápidas son más exigentes, con más rodillos necesarios para garantizar una lectura precisa, todas las demás consideraciones siendo iguales.